HISTORIA
El Penedès, esfuerzo de mejorar e innovar sin olvidar de dónde venimos.
La DO Penedès es la denominación de origen con mayor historia y tradición vinícola de Cataluña. Más de 2.500 hectáreas de viñedo se extienden a lo largo del territorio entre el mar y la montaña, a medio camino entre Barcelona y Tarragona. El suelo, el clima y la altura, diferencian la DO Penedès en 10 zonas, marcados por un carácter único.
Hablar de Penedès, significa hablar de la Historia del vino.
La llegada del vino al Penedès se remonta a la civilización fenicia, la primera civilización en ver el potencial de este territorio. Dos milenios más tarde, estas tierras siguen siendo una marca calidad que muchos buscan a la hora de elegir un buen vino.
Los terrenos de la DO Penedès conforman un conjunto de paisajes privilegiados para cultivar viñedos con atributos únicos. Su historia es la historia de la tierra, la agricultura y la vida. Una historia ahora escondida bajo tierra, y que gracias a los trabajos en el yacimiento de Font de la Canya, en Avinyonet del Penedès, se descubrió un hallazgo arqueológico tan preciado como el busto de la Diosa Deméter del siglo III aC, con un tocado ornamentado con detalles de espigas y uvas, que atestiguaba la importancia del vino en estas tierras desde tiempos inmemoriales.
Además, es en estas tierras donde se hallaron semillas carbonizadas y mineralizadas de la época VII a. C. las que daban más muestras de que el viñedo en el Penedès no es ninguna casualidad, sino que es el sello de sus vinos con historia. Pero la historia no es lo único que hace especial estas tierras: la filosofía a la hora de elaborar sus vinos dotan de un toque especial a la DO Penedès que hace que pueda lucir el sello de excelente calidad. La calidad que rodea a la marca de DO Penedès no sólo es consecuencia de su tradición y antigüedad, sino por su capacidad de innovación y mantenerse actual. Cuando se tienen 2.700 años de historia a sus espaldas es fácil perderse en el tiempo y caer en un vacío anacrónico. Tener que encontrar el punto perfecto de la balanza entre estar presente e innovador, sin olvidar la herencia y de dónde se viene, es una tarea de lo más complicada. Pero la DO Penedès ha sabido unir pasado y presente manteniendo intacta su cuidada tradición, lo que les ha permitido lucir un sello de herencia, tradición y prestigio con un reconocimiento que rompe fronteras.
Se elaboran vinos blancos, donde su variedad propia de mayor relieve es el Xarel·lo ofrece vinos jóvenes, suaves, sedosos, afrutados y buena acidez, y vinos blancos más estructurados que han sido elaborados y/o criados en barrica, los cuales son consistentes, cálidos, largos y con final mineral.
La variedad propia de mayor relieve es el Xarel·lo para vinos blancos, aunque la calidad de los vinos tintos es la gran desconocida y ocupan un 35% de las botellas totales que se elaboran bajo su sello.
Los rosados son fragantes, con aroma intenso y persistente, adaptados a la modernidad. Los tintos, tienen cuerpo y estructura debido a los taninos sedosos que aporta la maduración de la uva.
Los Clàssic Penedès vinos espumosos de calidad ecológicos, equilibrados y estructurados, reflejo de la uva y de la segunda fermentación en botella con un mínimo de 15 meses y 100% Penedès.
CRONOLOGÍA
El Penedès es un territorio envidiable, fértil y bien comunicado en el que todas las civilizaciones que ha pasado nos han dejado su huella. Hablar de Penedès, significa hablar de la Historia del vino.

Periodo Íbero en Cataluña
Hace 2700 años, después de un largo viaje a través del Mediterráneo, dos culturas traen el vino en el Penedès: la fenicia y la griega.
El Penedès está inicialmente bajo la influencia fenicia, por lo que se estima que fueron éstos quienes introducen el vino y la viticultura en el territorio.
El vino es una bebida considerada de las divinidades y tiene un consumo muy ritualizado por las élites, es un elemento de diferenciación social.
Las evidencias arqueológicas nos permiten conocer algunos detalles de la viticultura en época ibérica: las características de las ánforas, los recipientes para tomar vino, para servirlo, y sobre todo, prepararlo, ya que se diluía normalmente con agua y en ella se mezclaban plantas aromáticas, frutas, flores o especias.
El vino empieza a exportarse desde los puertos de las playas del Penedès, principal entrada y salida de productos, y se transporta mediante ánforas que se colocan en las bodegas de los barcos.
Periodo Romano en Cataluña
Con la llegada de los romanos, la cultura del vino da un giro, y se generaliza su consumo y se convierte en una parte importante de la dieta de toda la población, que bebe vino de mayor o menor calidad según su potencial económico. Beber vino en vez de cerveza distingue al romano del bárbaro.
Bajo la influencia de la capital Tarraco, se generaliza la “industria” vitivinícola del Penedès.
Las villas romanas (villae), equivalentes a nuestras masías, fueron el sistema de explotación agrario generalizado, y en muchas encontraremos la producción de vino ya que disponían de “cella vinaria”, es decir, bodegas. Cuando un carro cargado de uva – obtener su vino.
En algunas villas costeras se fabrican también las ánforas para poder exportar el vino.
Edad Media en Cataluña
Con la caída del imperio romano, las redes comerciales de larga distancia como la Vía Augusta, desaparecen. Muchas de las villas romanas se abandonan y la producción de vino se reduce hasta ser destinada a una red comercial local o consumo propio.
Los monasterios son, en estos momentos y durante buena parte de la edad media, los transmisores de la cultura, también de la cultura del vino. Durante el proceso de repoblación del territorio (siglos VIII-XV), aparte de las tierras bajo dominio señorial (laico y eclesiástico) se plantan viñedos. Los señores son los propietarios de las prensas.
A medida que avanza la edad media, se empiezan a formar algunas masías. Algunos de éstos han perdurado hasta nuestros días, otros han caído en el olvido.
Época Moderna en Cataluña
En Cataluña en general y el Penedès en particular, crecen exponencialmente las masías que empezaron en la edad media. La viticultura y la vinificación eran las explotaciones agrarias más importantes en la economía de algunas de estas masías.
Historia Contemporánea de Cataluña
La primera destilería de aguardiente del Penedès se instala en Vilafranca en 1692. Un año más tarde se abre otra en Vilanova.
Desde finales del XVII y hasta el último cuarto del siglo XVIII, el principal mercado fue el norte de Europa. Con el Decreto del Libre Comercio (1778) que rompe el monopolio gaditano se inicia el comercio directo con América.
Boteros y destilería hacen posible el comercio internacional de vinos y aguardiente hacia América y el Norte de Europa, y los puertos de Sitges, Vilanova y Sant Salvador, se desarrollan de forma paralela para facilitar su comercialización. Éstos tienen un peso destacado hasta la segunda mitad del siglo XIX, cuando el ferrocarril une los grandes puertos de Barcelona y Tarragona.
En el siglo XVIII se produce la expansión del viñedo mediante los contratos de “rabassa morta”.
La Filoxera
A finales de siglo XIX, con la Filoxera, se va de la crisis a la oportunidad.
La llegada del ferrocarril (1865 a Vilafranca del Penedès y 1881 a Vilanova) espoleó la economía del Penedès.
La Calle Comerç de Vilafranca se convierte en el centro vinícola de Cataluña con la instalación de empresas y almacenes vinícolas.
Vilafranca del Penedès se convierte en la capital del vino en Cataluña y la instalación de la estación de Viticultura y Enología de Vilafranca del Penedès (1903) lo confirma.
En el siglo XX se hizo una apuesta por la calidad con la Estación Enológica. La estación de Viticultura y Enología de Vilafranca del Penedès fue la segunda en el Estado Español.
100% ECO 2025
En la DO Penedès siempre hemos tenido un vínculo con los vinos ecológicos, incluso desde antes de que se hablara de ellos.
Más concretamente, en la DO Penedès tenemos la primera bodega que sacó al mercado, hace más de 40 años, vinos de viñedos ecológicos de España. Ser pioneros en el cultivo del viñedo ecológico y en la elaboración de sus vinos ecológicos, nos sitúa en una posición muy avanzada en cuanto al conocimiento y la filosofía de las bodegas en este campo.
“Más del 60% de vinos de la DO Penedès son ecológicos”
A día de hoy más del 60% de vinos de la DO Penedès son ecológicos. Esta dinámica y compromiso con la tierra, nos ha llevado a marcar el objetivo que a partir de la vendimia de 2025, todos los vinos amparados por la DO Penedès, tendrán que ser ecológicos.
Que un viñedo sea ecológico, significa trabajarlo de forma integrada en el medio que le rodea, sin el uso ni de abonos químicos, ni plaguicidas químicos de síntesis, ni tampoco herbicidas. Los tratamientos del viñedo ecológico básicamente son el azufre y el cobre por el oidio y el mildiu respectivamente, y las feromonas por la carcoma de la uva.
“A partir de la vendimia de 2025, todos los vinos amparados por la DO Penedès, tendrán que ser ecológicos”
Además del trabajo en el viñedo de forma ecológica, también tenemos viticultores que la trabajan de forma biodinámica, donde además de trabajar en ecológico, se buscan todos aquellos elementos vinculados con el entorno: plantas, animales y humanos, siempre teniendo en cuenta las fuerzas y energías de la naturaleza.
Otro factor a tener en cuenta es la sostenibilidad del entorno, del medio ambiente y de la tierra a nivel global. Siguiendo esta línea, viticultores de nuestro territorio están empezando a trabajar el viñedo de manera regenerativa, concepto que consiste en dejar una capa de hierba bajo los viñedos, con el objetivo de capturar CO2 y no liberarlos. Al mismo tiempo, de forma positiva se regeneran los suelos después de muchos años de labrarlos continuamente.
Otras prácticas sostenibles cada vez más habituales entre las bodegas son la instalación de placas solares y la recuperación de la madera, una vez terminada la poda de las cepas, para hacer combustible e integrarla en el suelo, captando así el CO2.
ZONAS
ZONIFICACIÓN
Las condiciones climáticas: la zona es más fría, tiene una temperatura anual media de 11-14 ° C. La precipitación es de 600-650 mm / año. Según la integral térmica de Winkler-Amerine la mayor parte de la zona está dentro de la Región III, exceptuando las zonas más elevadas que estarían dentro de la Región II y muy excepcionalmente la Región I.
Esta zona está ubicada sobre materiales del Triásico, relativamente poco resistentes. La erosión de los cuales ha formado el paisaje actual y ha servido de zona fuente para material aluvial de las zonas situadas a cota inferior.
Los suelos ocupados por la viña en esta unidad situados en la ladera de pendiente moderada y alta son, en general, poco profundos, con muy poco desarrollo edáfico y con margas y lutitas como material subyacente.
En las partes bajas de las laderas, de menos pendiente, encontramos suelos profundos o muy profundos, con gravas muy variables, y con desarrollo edáfico incipiente que ha dado lugar a la acumulación de carbonatos secundarios, en forma de nódulos o pseudomicelios.
Las condiciones climáticas: la zona tiene una temperatura anual media de 15-16 ° C. La precipitación tiene un gradiente que aumenta de sureste a noreste, siendo en las zonas más próximas a la zona de Tarragona de 500-550 mm / año y en las zonas más interiores, a los pies del Macizo del Gaià de 600 mm / año. Según la integral térmica de Winkler-Amerine la zona está dentro de la Región IV.
El paisaje actual de esta unidad se ha formado por inversión del relieve. Hace unos miles de años esta área funcionaba como área de acumulación de los sedimentos aportados por los arroyos provenientes del bloque de Bonastre y el Macizo del Gaià. La zona tendría el aspecto de una extensa llanura donde se acumulaban los sedimentos.
Gran parte de los suelos actuales se han desarrollado directamente a partir de estos sedimentos. Mediante procesos edafogénicos, se formaron horizontes endurecidos por acumulación de carbonato cálcico (petrocálcico). Por encaje de la red de drenaje estas áreas han quedado elevadas, dando lugar al paisaje de relieve suave y colinas que conozcamos en la actualidad.
Los suelos que encuentran en esta zona tienen como material originario estos sedimentos originarios del Macizo y que han sido transportados por los arroyos que atraviesan la Plana.
Los suelos desarrollados sobre estos sedimentos presentan diferentes grados de pedregosidad y de acumulación de carbonato cálcico, en forma de nódulos, rizoconcreciones (ocupando el espacio de las antiguas raíces de las plantas) o acumulaciones generalizadas.
Estas acumulaciones son más abundantes y llegan a formar un cemento en las partes altas del paisaje, generando el relieve de colinas y plataformas.
En las laderas donde la pendiente es más fuerte, los procesos erosivos han sido más intensos y los suelos que encontramos son mucho más jóvenes, menos evolucionados y desarrollados directamente sobre las calizas y lutitas.
Las condiciones climáticas: la zona tiene una temperatura anual media de 14-16 ° C. La precipitación es de 600-650 mm / año. Según la integral térmica de Winkler-Amerine la mayor parte de la zona está dentro de la Región IV, exceptuando las zonas más elevadas que estarían dentro de la Región III.
Esta unidad agrupa desde las zonas orientales del macizo del Gaià, con pizarras del Cambroordoviciano y Ordovícico y granitos del Carbonífero-Pérmico. Ambos materiales son duros y confieren una gran resistencia al relieve de esta parte de la unidad.
Por debajo de este relieve encontramos el “peudemont” de la depresión del Penedès, formado por la coalescencia de los conos de deyección a los pies de los relieves montañosos de este macizo del Gaià. Los materiales están formados por sedimentos cuaternarios, principalmente pizarras y granitos procedentes de esta área oriental del macizo del Gaià.
En la zona baja de la unidad encontramos los relieves ondulados disectados, unidad fisiográfica constituida por los relieves resultantes de la erosión del material sedimentario procedente de la coalescencia de los conos de deyección más distales, procedentes de los relieves montañosos actuales. En este caso los materiales están constituidos por sedimentos cuaternarios poligénicos (pizarras y calizas) sobrepuestos en algunos puntos al Terciario. Toda la unidad está atravesada por redes de barrancos que se han abierto paso debido a la poca resistencia que presentan estos sedimentos cuando no se han llegado a consolidar.
Los suelos que están en la zona varían de oeste a este, tal como vamos apartándonos del macizo del Gaià.
En la zona del macizo, donde la superficie agrícola es poca, y el “peudemont” inmediato, encontramos suelos con abundancia de gravas, de naturaleza metamórfica (pizarras) y de origen aluvial-coluvial. Encontramos suelos muy desarrollados, que han sufrido procesos de edafogénesis, con acumulaciones de carbonatos y abundancia de elementos gruesos. En la zona del “peudemont” ocupan las zonas planas (plataformas residuales) que quedan entre las disecciones de los barrancos.
En el área más distal del macizo, en la zona del relieve disectado, los suelos son más variados, sobre todo encontramos suelos poco desarrollados, someros o poco profundos, que se han formado sobre las margas allí donde la erosión ha sido más intensa. En las zonas no erosionadas de los conos de deyección podemos encontrar suelos más desarrollados, gran parte de los cuales se han desarrollado directamente a partir de estos sedimentos. Mediante procesos edafogénicos, se formaron horizontes endurecidos por acumulación de carbonato cálcico (petrocálcico). Por encaje de la red de drenaje estas áreas han quedado elevadas, dando lugar al paisaje de relieve suave y colinas que conocemos en la actualidad.
Los suelos que se encuentran en esta zona tienen como material originario estos sedimentos originarios del Macizo y que han sido transportados por los arroyos que atraviesan la Plana.
Los suelos desarrollados sobre este sedimentos presentan diferentes grados de pedregosidad y de acumulación de carbonato cálcico, en forma de nódulos, rizoconcreciones (ocupando el espacio de las antiguas raíces de las plantas) o acumulaciones generalizadas.
Estas acumulaciones son más abundantes y llegan a formar un cemento en las partes altas del paisaje, generando el relieve de colinas y plataformas.
Las condiciones climáticas: la zona tiene una temperatura anual media de 14-15 ° C. La precipitación tiene un gradiente que aumenta de sur a norte, siendo en las zonas más cercanas al macizo del Garraf de 550-600 mm / año y en las zonas más interiores, a los pies del Macizo del Gaià de 650 mm / año. Según la integral térmica de Winkler-Amerine la mayor parte de la zona está dentro de la Región IV, exceptuando las zonas más elevadas que estarían dentro de la Región III. Esta zona está constituida principalmente por los relieves ondulados resultantes de la erosión del material sedimentario proveniente de la coalescencia de los conos de deyección al pie de los relieves montañosos actuales y del Mioceno.
Los materiales están constituidos por materiales cuaternarios sobrepuestos en algunos puntos a los del Terciario. Estos materiales del Terciario son básicamente areniscas y margas.
Toda la unidad está atravesada por redes de barrancos que se han ido abriendo paso debido a la poca resistencia que presentan los sedimentos cuando no han llegado a consolidar. Al tratarse de materiales blandos y poco consolidados, tanto los depósitos cuaternarios como los del Terciario, los procesos erosivos han sido importantes. Gran parte de los suelos presentes en la zona son relativamente jóvenes y con poco desarrollo edáfico, formados directamente sobre las margas.
Generalmente son suelos someros o poco profundos, pero que todavía están afectados por procesos erosivos. En las áreas más estables del relieve, han persistido los depósitos del Cuaternario, formándose suelos con mayor desarrollo edáfico, y así, mediante procesos edafogénicos, se formaron horizontes endurecidos por acumulación de carbonato cálcico (petrocálcico). Por encaje de la red de drenaje estas áreas han quedado elevadas, dando lugar al paisaje de relieve suave y colinas que conocemos en la actualidad. Los suelos que se encuentran en esta zona tienen como material originario estos sedimentos originarios del Macizo y que han sido transportados por los arroyos que atraviesan la Plana. Los suelos desarrollados sobre este sedimentos presentan diferentes grados de pedregosidad y de acumulación de carbonato cálcico, en forma de nódulos, rizoconcreciones (ocupando el espacio de las antiguas raíces de las plantas) o acumulaciones generalizadas. Estas acumulaciones son más abundantes y llegan a formar un cemento a las partes altas del paisaje, generando el relieve de colinas y plataformas.
Las condiciones climáticas: Es una zona muy variada climáticamente. la zona tiene una temperatura anual media que va entre 13-16 ° C. La precipitación tiene un gradiente que aumenta de sur a norte, siendo en las zonas más próximas al mar 500-550 mm / año y en las zonas más interiores, a los pies del Macizo del Gaià de 650 mm / año. Según la integral térmica de Winkler-Amerine la mayor parte de la zona está dentro de la Región IV, exceptuando las zonas más elevadas que estarían dentro de la Región III y muy excepcionalmente en la Región II.
Aunque esta zona es extensa, ocupa grandes extensiones de sierras con relieve abrupto. El cultivo de la vid se concentra en la unidad fisiográfica del “peudemont” situada al pie de la cordillera.
Esta unidad está formada por la coalescencia de los diferentes conos aluviales, los materiales de los que provienen del bloque de bonastre y del Macizo del Gaià.
En estos materiales de los conos aluviales han desarrollado suelos relativamente antiguos que han sufrido procesos edafogénicos y presentan acumulaciones de carbonatos, en forma de nódulos y rizoconcreciones e incluso formando un horizonte cementado (petrocálcico).
En las laderas y colinas aparecen suelos desarrollados sobre margas o calizas. Son suelos poco o moderadamente profundos, relativamente jóvenes, por la continua erosión. En el fondo encontramos suelos muy profundos, con mucha variabilidad en lo que respecta al contenido de elementos gruesos y con acumulaciones secundarias de carbonato cálcico.
Las condiciones climáticas: la zona tiene una clara influencia marítima, temperatura anual media de 16-17 ° C. La precipitación es de 500-550 mm / año. Según la integral térmica de Winkler-Amerine la mayor parte de la zona está dentro de la Región IV, exceptuando las zonas más cercanas a la costa que estarían en la Región V. Unidad formada por la coalescencia de los conos de deyección al pie del Macizo del Garraf. Los materiales que forman esta unidad están constituidos por sedimentos cuaternarios, predominantemente gravas calizas procedentes del bloque de Bonastre y del Macizo del Garraf. En estos materiales de los conos aluviales han desarrollado suelos relativamente antiguos que han sufrido procesos edafogénicos y presentan acumulaciones de carbonatos, en forma de nódulos y rizoconcrecions e incluso formando un horizonte cimentado (petrocálcico). La viña se cultiva principalmente en las laderas suaves (<20% pendiente). Los suelos van de someros (aquellos en los que se ha desarrollado un horizonte petrocálcico) a moderadamente profundos y profundos, que son aquellos que presentan acumulaciones secundarias de carbonatos pero que no han llegado a formar un horizonte cimentado.
Las condiciones climáticas: la zona tiene una temperatura anual media de 14-15 ° C. La precipitación tiene un gradiente que aumenta de sur a norte, siendo en las zonas más cercanas al macizo del Garraf de 550-600 mm / año y en las zonas más interiores, a los pies del Macizo del Gaià de 650 mm / año. Según la integral térmica de Winkler-Amerine la mayor parte de la zona está dentro de la Región IV, exceptuando las zonas más elevadas que estarían dentro de la Región III.
Esta unidad está constituida principalmente por materiales del Cretácico, en concreto calizas, margas y dolomías. Estos materiales son muy ricos en carbonatos, lo que da lugar a suelos con un alto contenido en carbonatos.
Las áreas agrícolas de esta zona se concentran en laderas abancaladas y en pequeños fondos y al pie de montañas con acumulación de material coluvial.
En las zonas con más pendiente encontramos suelos someros y poco desarrollados. Se han formado sobre margas o calizas.
En las partes bajas de las laderas, con menos pendiente, y los fondos encontramos suelos formados por acumulaciones de materiales de erosión de las partes altas de las laderas. Son suelos profundos o muy profundos, exceptuando aquellos en los que se ha desarrollado un horizonte petrocálcico. En general son suelos con cierto desarrollo edáfico, que presentan acumulaciones de carbonatos secundarios, en forma de nódulos, rizoconcreciones e incluso formando un horizonte cimentado (petrocálcico).
Esta unidad está constituida principalmente por materiales del Cretácico, en concreto calizas, margas y dolomías. Estos materiales son muy ricos en carbonatos, lo que da lugar a suelos con un alto contenido en carbonatos.
Las áreas agrícolas de esta zona se concentran al pie del macizo montañoso, en su contacto con los “Turons de Vilafranca”, los pies de montaña con acumulación de material coluvial.
En las zonas con más pendiente encontramos suelos someros y poco desarrollados. Se han formado sobre margas o calizas.
En las partes bajas de las laderas, con menos pendiente, y los fondos encontramos suelos formados por acumulaciones de materiales de erosión de las partes altas de las laderas. Son suelos profundos o muy profundos, exceptuando aquellos en los que se ha desarrollado un horizonte petrocálcico. En general son suelos con cierto desarrollo edáfico, que presentan acumulaciones de carbonatos secundarios, en forma de nódulos, rizoconcrecions e incluso formando un horizonte cimentado (petrocálcico).
Las condiciones climáticas: la zona tiene una temperatura anual media de 14-15 °C . La precipitación tiene un gradiente que aumenta de sur a norte, siendo en las zonas mas próximas al Macizo del Garraf de 550-600 mm/año y en las zonas mas interiores, a los pies del Macizo del Gaià de 650 mm/año. Según la integral térmica de Winkler-Amerine la mayor parte de la zona está dentro de la Región IV, exceptuando las zonas mas elevadas que estarian dentro la Región III.
El paisaje actual de esta unidad se ha formado por inversión del relieve. Hace unos miles de años esta área funcionaba como área de acumulación de los sedimentos aportados por los arroyos provenientes del bloque de Bonastre y el Macizo del Gaià. La zona tendría el aspecto de una extensa llanura donde se acumulaban los sedimentos.
Gran parte de los suelos actuales se han desarrollado directamente a partir de estos sedimentos. Mediante procesos edafogénicos, se formaron horizontes endurecidos por acumulación de carbonato cálcico (petrocálcico). Por encaje de la red de drenaje estas áreas han quedado elevadas, dando lugar al paisaje de relieve suave y colinas (Turons) que conozcamos en la actualidad.
Los suelos que se encuentran en esta zona tienen como material originario estos sedimentos originarios del Macizo y que han sido transportados por los arroyos que atraviesan la Llanura (Plana).
Los suelos desarrollados sobre estos sedimentos presentan diferentes grados de pedregosidad y de acumulación de carbonato cálcico, en forma de nódulos, rizoconcreciones (ocupando el espacio de las antiguas raíces de las plantas) o acumulaciones generalizadas.
Estas acumulaciones son más abundantes y llegan a formar un cemento en las partes altas del paisaje, generando el relieve de colinas y plataformas. En las laderas donde la pendiente es más fuerte, los procesos erosivos han sido más intensos y los suelos que encontramos son mucho más jóvenes, menos evolucionados y desarrollados directamente sobre las calizas y lutitas.
Unidad formada principalmente por las terrazas de diferentes niveles que se han constituido como consecuencia del encaje de estos dos cursos de agua y alguno de sus afluentes en el relieve.
En la unidad encontramos suelos de carácter fluvéntico, suelos desarrollados en las terrazas que forman los sedimentos aportados por los ríos. Estos sólo presentan un desarrollo edáfico incipiente, son relativamente jóvenes, y son profundos y con una granulometría variada, de texturas medias o moderadamente grandes (con presencia de material arenoso).
A la vertiente asociada al relieve formado por el encaje de los cursos de agua encontramos dos casuísticas. En las zonas con más pendiente, donde los procesos erosivos son más importantes, encontramos suelos desarrollados sobre las margas subyacentes, someros o poco profundos y con poco desarrollo edáfico.
Menos abundantes, pero también importantes, son los suelos formados en las laderas con menos pendientes. Son suelos profundos o muy profundos, exceptuando aquellos en los que se ha desarrollado un horizonte petrocálcico. En general son suelos con cierto desarrollo edáfico, que presentan acumulaciones de carbonatos secundarios, en forma de nódulos, rizoconcrecions e incluso formando un horizonte cimentado (petrocálcico).
Terra i clima
La tierra de la DO Penedès es amplia y abierta y se extiende a lo largo de una gran franja de territorio entre mar y montaña, a medio camino entre Barcelona y Tarragona. Dentro de este marco natural, nuestros vinos, provienen de las mejores viñas seleccionadas de la zona.
Zonas
En el corazón de la Depresión Prelitoral catalana, entre la Cordillera Prelitoral y las pequeñas llanuras de la costa mediterránea, maduran las viñas del Penedès. Tres zonas diferenciadas constituyen la DO: el Penedès Superior (cercana a la Cordillera Prelitoral), el Penedès Marítimo (junto al mar y en la Cordillera Litoral) y el Penedès Central (entre una y otra zona).
Microclimas
La Denominación de Origen Penedès dispone de una gran diversidad de microclimas, consecuencia de su proximidad litoral y de su altitud. La climatología es típicamente mediterránea, es decir, suave y cálida. La zona del Penedès Marítimo (Baix Penedès y Garraf) es más templada por la influencia y proximidad del mar. El Penedès Superior (Alt Penedès, Alt Camp, Anoia y Baix Llobregat) goza de precipitaciones más frecuentes y de mayor contraste entre temperaturas máximas y mínimas. El Penedàs Central (fundamentalmente Alt Penedès) es el compendio de ambos microclimas.
Singularidad
De su singularidad nace la diversidad de los vinos DO Penedès. Mil sabores y aromas son el fruto de las diferencias climáticas, paisajísticas y de la variedad de sus suelos, aquí tintados del verde de sus montes, allí del azul de las aguas mediterráneas.
VARIEDADES
Blancas
Los vinos blancos del Penedès ofrecen una riqueza aromática durante todo el período de juventud, entre el primer y segundo año. Con una textura suave y un buen equilibrio entre acidez y alcohol.
Los elaboradores ofrecen también blancos de fermentación en barrica o de crianza que permiten descubrir otros extraordinarias sensaciones y evolucionar positivamente entre dos y cinco años.
A la hora de acompañar las comidas, los blancos ligan con comidas suaves, preparados sin salsas, como pescado, marisco, ostras, huevos, platos fríos y quesos frescos o semisecos.
Xarel·lo

Chardonnay

Malvasia de Sitges

Parellada

Riesling

Macabeu

Moscatell d'Alexandria

Sauvignon Blanc

Tintas
Los vinos tintos del Penedès mejoran con el paso del tiempo si se mantienen en las condiciones apropiadas (protección de la luz, olores y vibraciones, temperatura uniforme no superior a 15 °C).
Según la cosecha y el tipo de uva, pueden evolucionar entre 4 y 5 años. En la mesa, para acompañar un reserva tinto o sencillamente un buen vino tinto DO Penedès, se recomiendan las carnes rojas y los asados. Para los vinos tintos aromáticos, la carne blanca y los quesos azules resultan de lo más adecuado y sugerente.
Garnatxa

Syrah

Monastrell

Merlot

Pinot Noir

Cabernet Sauvignon

Samsó

Ull de Llebre

Clàssic Penedès
Los vinos espumosos de calidad pertenecen a la DO Penedès desde sus inicios, aunque siempre en un volumen mucho menor que los vinos tranquilos. Sin embargo, desde 2013 con la entrada de nuevas bodegas es cuando este tipo de vinos se han impulsado dentro de la DO.
El 2014 reciben el nombre de Clàssic Penedès, y a partir de ahí se marcan las directrices que definen el producto.
Clàssic Penedès, sigue el método tradicional y ancestral de elaboración de los mejores espumosos de calidad de todo el mundo y se caracteriza por 3 puntos principalmente:
100% Ecológico
Con este requisito, la DO Penedès se proclama en 2014 la primera DO 100% ecológica del mundo con respecto a los vinos espumosos de calidad.
Los espumosos Clàssic Penedès nacen con la garantía de respetar una agricultura que se integra en el medio, utilizando métodos tradicionales de cultivo y técnicas 100% ecológicas que hacen de la DO Penedès la denominación de origen que encabeza en cantidad y calidad el ranking de producción ecológica de Cataluña y en España.
100% Penedès
Uno de los puntos fuertes de los Clàssic Penedès es la garantía de territorio que ofrece el hecho de estar dentro de la DO Penedès.
Es un producto con identidad definida, donde su producción se limita exclusivamente al territorio de la DO Penedès, potenciando por encima de todo las variedades ancestrales y propias de esta tierra.
100% Reserva
El escrupuloso seguimiento de los métodos tradicional y ancestral, y el objetivo de manetnir Clàssic Penedès con los mejores espumosos del mundo, obligan a nuestras bodegas guardar Clàssic Penedès un mínimo de 15 meses en la bodega.
De esta manera todos son Reserva.